MI PEQUEÑO HIJO                                

Tú, eres energía


que alimenta el alma,


eres paz, alegría.


Tú, eres calma.


Niño inocente,


de mirada tierna.


Pequeño impaciente,


de dulzura eterna.


Profeta inexperto,


de futuro incierto.


Menudo mesías,


emanando amor.


Razón de vida,


capullo de fé.


Fantasía dormida


despertándose.


Egoísmo mío,


el que nunca crezcas,


conservando siempre,


tu sonrisa fresca.


Valorando todo


mi pequeño hijo.


Yo, soy ese ser,


de algún modo,


por Dios elegido,


para estar contigo


y verte crecer.